Consagración de la Familia al Sagrado Corazón de Jesús
Oh Sagrado Corazón de Jesús, que hiciste conocer a Santa Margarita Maria Tu deseo ardiente reinar sobre las Familias Cristianas, míranos aquí reunidos hoy para proclamar Tu domino absoluto sobre nuestro hogar.
De ahora en adelante nos proponemos llevar una vida como la Tuya, para que florezcan entre nosotros las virtudes por las que Tú prometiste la paz sobre la tierra, y para ese fin desterraremos de entre nosotros el espíritu mundano que Tú aborreciste tanto.
Reina sobre nuestro entendimiento por la simplicidad de nuestra fe. Reina sobre nuestros corazones por un amor ardiente a Ti; y esté la llama de ese amor guardada siempre ardiente en nuestros corazones por la recepción frecuente de la Sagrada Eucaristica.
Dígnate, Oh Divino Corazón presidir nuestras reuniones, bendecir nuestras empresas, tanto espirituales como temporales, para desterrar toda aflicción e inquietud, santificar nuestras alegrías, y aliviar nuestros pesares. Si alguno de nosotros tuviera alguna vez la desgracia de apenar a Tu Divino Corazón, recuérdale de Tu bondad y misericordia para con el pecador arrepentido.
Finalmente, cuando suene la hora de la separación, y la muerta hunda nuestro hogar en la aflicción, resignémonos, todos y cada uno de nosotros, a Tus eternos decretos, y busquemos consuelo en el pensamiento que algún día nos reuniremos en el Cielo, a cantar las alabanzas y bendiciones de Tu Sagrado Corazón por toda la eternidad.
Dígnense el Inmaculado Corazón de María, y el glorioso Patriarca San José, ofrecer a Ti esta, nuestra Consagración, y recordárnosla todos los días de nuestra vida.
¡Gloria al Divino Corazón de Jesús, nuestro Rey y nestro Padre!
Amen